domingo, 26 de julio de 2015

¡Quiero mis alitas!

¡Quiero mis alitas!

En esta ocasión comparto mi reflexión con una linda historia, creada e ilustrada según llegó a mi cabecita. Tomé mis lápices de colores y dejé volar mi imaginación  ¡Que lo disfruten!


En una humilde casita ubicada en la falda de una montaña, una familia estaba a punto de recibir un regalo especial. 
Le habían pedido a Dios que les permitiera tener una niña. En su tiempo perfecto, Dios concedió el deseo de sus corazones.

El padre, entusiasmado, le puso por nombre Lureca.  La niña fue creciendo, rodeada de mucho amor.


A pesar de que Lureca no tenía riquezas, Dios le concedió una gran virtud: un humilde corazón y aprendió desde pequeña a valorar y disfrutar los detalles simples de la vida.  

Lureca tenía grandes sueños, pero había uno que era mayor que todos los demás...Siendo pequeña, ella veía como los jóvenes crecían y ganaban alas para volar. ¡Cuánto deseaba sus alas! Ese era su mayor deseo...



Cada año de su vida, Lureca recibía muchos regalos y bendiciones... más de los que habría soñado jamás y a pesar de que agradecía cada uno de ellos, seguía deseando sus alas para volar.


A veces, Lureca miraba por su ventana y contemplaba cómo los jóvenes de su edad, tenían hermosas alas y podían volar. ¡Ellos se veían tan felices!  Esto traía una gran tristeza a su corazón y cada día aumentaba en ella el deseo de tener sus alas y volar.
Lureca le pidió a Dios con todo su corazón que le diera alas para volar. Dios escuchó con ternura la oración de Lureca y sonrió desde el cielo.  Entonces de forma indescriptible, susurró a su oído estas palabras: "Mira tus bendiciones... te he dado todo lo que necesitas para volar".  De inmediato, Lureca abrió sus ojos y contempló todo lo que le rodeaba...

Entonces se dio cuenta que tenías cosas valiosas a su alrededor y evaluando cada una de sus bendiciones, encontró una gran creatividad... A pesar de no tener alas, cerró sus ojos y comenzó a volar.



*Fin*

Hay momentos dados en mi vida en los cuales me he enfocado más en lo que quiero que en lo que tengo. Es entonces cuando me detengo, reflexiono y doy gracias a Dios por lo que tengo y por lo que me ha permitido vivir. Y si bien es cierto, que al igual que Lureca, aún anhelo mis alas, debo reconocer que ya Dios me ha permitido volar... ¿Cuáles son mis alas? El Señor sabe todas las cosas.

A veces, cuando nos conectamos con la necesidad real, nos damos cuenta de cuán bendecidos somos y lo pensaremos dos veces, antes de reclamarle a Dios.  Que nuestro reclamo, sea cambiado por un agradecimiento. 

Nunca dejaré de soñar con mis alas, pero mientras tenga vida, daré gracias a Dios por su amor, su misericordia y sus bendiciones. Si es Su voluntad, Dios me otorgará las alas más hermosas que jamás haya visto. Si no, seguiré volando alto, sirviendo a Dios y haciendo su voluntad, ya que Dios me ha dicho:
"Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dijo el Señor, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis."
Jeremías 29:11
Amén 

Datos:

  1.  El nombre de la niña del cuento (Lureca), es ispirado en mi nombre de pila:

  • Lu - Luz
  • re - Regina
  • ca - Carrión
     2. Los dibujos fueron realizados con lápices de colores y un                  toque de tecnología para realzar las imágenes.



jueves, 16 de julio de 2015

Como cuando te rajas...

Como cuando te rajas...

¡Se siente horrible! El sabor del fracaso es amargo y siempre viene acompañado de la frustración;
yo lo he experimentado a flor de piel.


Decidí que no tendría una vida rutinaria y aburrida... solo era una niña, pero estaba determinada a ser una triunfadora.

Siempre tuve excelentes notas y era una niña bien portada: dos grandes cualidades necesarias para el éxito... pero la historia no fue como yo me lo imaginé.

Graduación de Noveno (1994)
Esc. Eduardo J. Saldaña, Carolina, PR
En la medida en que fui creciendo, descubría algunos de mis talentos y habilidades. Tenía amigos, familia, comunidad de fe y la mayoría de mis necesidades básicas estaban cubiertas (casa, alimentos, etc.). Además, tenía la fuerte determinación de desarrollarme  profesionalmente.
Graduación de Escuela Superior (1997)
Esc. Dr. José M. Lázaro, Carolina, PR
Mi mami siempre me decía que debía ir a la Universidad de Puerto Rico y eso hice.  Me imaginaba caminando por los pasillos de la Universidad, rodeada de amigos y con mis manos llenas de libros.  Anhelaba sentirme adulta e independiente, caminando por los monumentales pasillos de la prestigiosa Universidad. ¿Suena bien, verdad?


UPR - Rio Piedras
Pero la realidad, fue otra.  Me encontré perdida en un mundo que no conocía, rodeada de jóvenes voraces y competentes que salían de sus clases, sacaban su teléfono celular (mientras yo tenía un beeper) y se montaban en sus autos nuevos, los cuales le regalaron sus padres para poder ir a la Universidad. 

En la hora de almuerzo, todos corrían hacia el centro de estudiantes... No sé cómo lo hacían, pero cada día, tenían dinero para comprar en restaurantes de comida rápida, lo que para mí era un lujo. 

Mientras tanto, yo me levantaba muy temprano en la mañana. Aún estaba oscuro y me preparaba para emprender una larga caminata que me llevaría hasta la parada de guaguas (autobus) públicas.  Luego de llegar a mi destino final, debía emprender una nueva caminata hasta la Universidad. 

Esperaba con ansias el sobrante de la beca, para poder comprar los libros requeridos.  Debía ser sabia para manejar mi reducido presupuesto que diariamente me daba mi mamá.  Yo apartaba el dinero de la transportación y sabía cuánto dinero disponía para almorzar.  Un día que otro (especialmente cuando llegaba el sobrante de beca), me podía dar el lujo de comer en los restaurantes de comida rápida.  Si el presupuesto no me alcanzaba, compraba un "Hot Dog"  en la guaguita de los colombianos que estaban frente a la Facultad de Ciencias Sociales u optaba por comprar unas tostadas en el merendero, mientras luchaba con los changos para que me dejaran comer. 

La parte difícil era cuando tenía demasiadas clases o tenía reuniones de grupo y debía quedarme hasta tarde en la Universidad.  Mi mente divagaba entre el hambre y la preocupación de pensar que si me agarraba la noche en la Universidad, no encontraría trasnportación pública de camino a casa (ya que justo en ese tiempo, no vivía en el área metropolitana y el horario de transportación es limitado).

Ya en ese momento comprendí, que las cosas no son exactamente como las había imaginado...

Rápidamente se me ocurrió solicitar trabajo en uno de los Restaurantes de comida rápida de la Universidad y me convertí en empleada de Burger King (anuncio no pagado). Fue una excelente oportunidad, ya que siempre tendría almuerzo gratis.

Era muy comprometida con mi trabajo, pero entre la Universidad, el trabajo, la transportación pública y grandes problemas familiares, me sentía desgastada. De pronto ya no podía vestirme como una universitaria hippie (como me lo había imaginado), ya que siempre tenía que ponerme el uniforme de BK y me acostumbré a escuchar las voces que me decían: "¡Dame un whopper!", mientras caminaba por la Universidad.  En honor a la verdad, ni siquiera tenía la ropa "hippie" en mi closet.  Esa vida me comenzó a hastiar y tomé una decision muy radical: Me di de baja total en la Universidad.

Recuerdo ese día, como si fuera hoy.  Solicité el bolante de Baja y todos me miraron con asombro. Un muchacho me preguntó: "Te vas a dar de baja a estas alturas?" y le dije (avergonzada): "No es para mí, es para una amiga".  Salí de la oficina y me senté en unas escaleras para llenar el bolante.  Minutos después, el mismo muchacho pasó por mi lado y se rió burlonamente.  Sentía que el mundo se me caía y ni siquiera estaba segura de que estaba haciendo lo correcto, pero así lo hice.

Mi plan era buscarme un trabajo a tiempo completo, ahorrar dinero, comprarme un carro y regresar a la Universidad el próximo  semestre... tenía muy claro que no sería una "quedá'".  Conseguí un trabajo a tiempo parcial, como mesera en un restaurante y otro trabajo a tiempo completo en un hogar de niños maltratados.  Fue un gran reto ya que mis jornadas de trabajo comenzaban a las 7:45 am y terminaban a las 11:00 pm.  Cada noche era una odisea para regresar a mi casa, ya que quedaba a una hora de camino y aún no tenía auto.  A veces, si no conseguía transportación, me quedaba a dormir en el Hogar y me regresaba en transportación pública a mi casa, temprano en la mañana. Sin duda, fueron tiempos difíciles y lo que había planificado para un semestre, se convirtío en una año y medio. 

La frustración de estar fuera de la Universidad, me consumía, pero al fín compré mi auto y regresé a la Universidad.  Casi sin darme cuenta, me estaba graduando con un bachillerato (Licenciatura) en Psicología de la Universidad de Puerto Rico.
Mi sortija de Graduación (2004)
UPR - Río Piedras, PR


Esto fue solo el inicio de muchos otros logros, que Dios me ha permitido disfrutar. Si bien es cierto que me rajé (de lo cual no me siento orgullosa), puedo reconocer que retomé mis sueños y alcancé mi meta.  A pesar de que sufrí las consecuencias de mis decisiones, fui muy cuidadosa en sembrar  para mi futuro y no permití que mi pasado, determinara mi futuro.
Graduación de Maestría (2007)
University of Phoenix, PR


La Biblia dice: "Y así como está decretado que los hombres mueran una sola vez, y después de esto, el juicio,"  (Hebreos 9:27), por lo cual solo tendremos una  oportunidad de vida y hay que aprovecharla. Cada día de nuestras vidas, debe ser de propósito.   He intentado muchas cosas y no todas las he logrado. He abandonado cursos, he desaprovechado el tiempo en ciertos momentos de mi vida, pero algo tengo claro: "prosigo hacia la meta para obtener el premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús." (Filipenses 3:14)

Un año después de haberme  graduando de maestría, siendo toda una adulta llena de responsabilidades, decidí comenzar a estudiar dibujo y pintura. Fue una experiencia maravillosa y descubrí talentos y pasiones que desconocía.  A veces me pregunto: ¿Cuántas personas mueren sin descubrir sus propios talentos? ¿Cuántos viven rajándose de todo lo que comienzan? 

Acrílico (2008)

Acrílico (2008)

Acrílico (2014)

Acrílico (2015)
La vida es dura, pero Jesús dijo: "En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo." (Juan 16:33b)

No importa las veces que te hayas rajado, ni cuán amargo sea el sabor de la frustración. Lo importante es que siempre tendrás la oportunidad de comenzar de nuevo y triunfar. 

En el mes de septiembre de este año (2015), la misma muchachita que una vez se rajó en la universidad y se sintió frustrada  y avergonzada, se graduará de su título doctoral en la ciudad de Miami... ¡No te canses de intentarlo!

Carta recibida de la Universidad, para anunciar mi graduación de Doctorado. (Será el 3/septiembre/15). 
Aunque no es la foto oficial de mi graduación (Ya que no se ha llevado a cabo), esta foto fue un regalo por parte de un fotógrafo, en honor a mi grado obtenido.

Conclusión

"No temas, porque yo estoy contigo; no te desalientes, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré, ciertamente  te ayudaré, sí, te sostendré con la diestra de mi justicia." 
(Isaías 4:11)

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