¡Quiero mis alitas! En esta ocasión comparto mi reflexión con una linda historia, creada e ilustrada según llegó a mi cabecita. Tomé mis lápices de colores y dejé volar mi imaginación ¡Que lo disfruten! En una humilde casita ubicada en la falda de una montaña, una familia estaba a punto de recibir un regalo especial. Le habían pedido a Dios que les permitiera tener una niña. En su tiempo perfecto, Dios concedió el deseo de sus corazones. El padre, entusiasmado, le puso por nombre Lureca. La niña fue creciendo, rodeada de mucho amor. A pesar de que Lureca no tenía riquezas, Dios le concedió una gran virtud: un humilde corazón y aprendió desde pequeña a valorar y disfrutar los detalles simples de la vida. Lureca tenía grandes sueños, pero había uno que era mayor que todos los demás...Siendo pequeña, ella veía como los jóvenes crecían y ganaban alas para volar. ¡Cuánto deseaba sus alas! Ese era su mayor deseo... Cada año de su vida, ...
Este Blog es un espacio de reflexión, imaginación e inspiración.