sábado, 24 de septiembre de 2016

Blackout

El gran apagón



 Como muchos saben, en Puerto Rico, acabamos de vivir un momento histórico; un monumental apagón, o un "blackout", en buen español. Toda mi isla quedó sin energía eléctrica (por cierto, hay sectores que aun no tienen electricidad).  Bien, volviendo al tema; este evento, me dio espacio para reflexionar y aquí les va...


Una de las terríbles noches sin luz, me subí a mi carro a dar vueltas y refrescarme con el acondicionador de aire... Mientras iba por el camino, reflexionaba en que la oscuridad es como un estado natural: nadie la provoca, nadie la compra, nadie la impone, solo esta ahí.  Incluso, recordé a mi maestro de Física, el Sr. Figueroa; un hombre grande, bonachón y bigotón.  El me enseñó que la oscuridad, es ausencia de luz y creó que hasta esta fecha,  no lo había comprendido a cabalidad.


Si yo necesito luz, enciendo el interruptor, prendo una vela, compro una linterna o enciendo una fogata. Sin embargo, si desearía la oscuridad, no tengo que hacer nada, ahí siempre está. 


En un momento dado, mientras daba mi recorrido hacia ningun lugar determinado, apagué las luces de mi carro... entonces   no veía nada de nada. Y pensaba: ¿cómo voy a saber todo lo que me rodea si no lo puedo ver?

Me detuve en mi apartamento para buscar algunas de mis pertenencias e irme a cada de mami.  Mi celular no tenía mucha carga, por lo cual no pude encender la linterna.  Al abrir la puerta, no lograba distinguir si estaba adentro o afuera de mi casa.  Todo se veía igual.  Interesante fue saber, que a pesar de que conozco donde está cada mueble de mi casa, entré con mucha inseguridad.  Extendía mis manos hacia adelante, con miedo de que se me atravesara una pared en frente.  Me pregunto: ¿Por qué ocurre eso? ¿Cómo es que sabiendo yo lo que tengo y dónde lo tengo, camino con tanta inseguridad?

¡Necesitamos la luz!


Inmediatamente, vino a mi corazón la analogía bíblica. Toda vida que no conoce a Cristo, anda en oscuridad; no por sus acciones o desiciones, sino porque ese es tu estado natural.

¿Cómo podemos conocer nuestro camino(futuro, destino, propósito), si no tenemos la capacidad de verlo? Si andamos en oscuridad, nunca podremos conocer todo lo que nuestro Padre Celestial ha preparado para con cada uno de nosotros.

Jesus dijo: "Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, mas tendrá la luz de la vida." (Juan 8:12b)
 

Es sencillo... no hay forma de iluminar nuestros caminos, sino recurrimos a la fuente de toda luz. "Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación." (Santiago 1:17)

En los momentos más oscuros de nuestra vida, cuando no sabemos qué camino tomar, cuando tenemos miedo a tropezar, cuando no sabemos cuán incierto es lo que nos rodea, nos abrazamos a su Palabra, lo cual contiene la voluntad del Padre y nos guía a toda verdad y a toda justicia. 
" Lámpara es á mis pies tu palabra,
Y
lumbrera a mi camino."
(Salmos 119:105)

Dios quiere ser la luz de nuestra vida e iluminar nuestro camino, para que nuestro pie no tropiece. A fin de cuenta, su propósito es llevarnos a nuestro mejor estado: Nuestro destino en El. 


No todo fue terrible durante el apagón. Viviendo en el área metropolitana de Puerto Rico, son pocas las oportunidades en que podemos apreciar las estrellas, quienes se lucieron regalándonos un hermoso cielo estrellado.


Foto real tomada durante el apagón en Puerto Rico por @rnerisphotography

 Yo me preguntaba: ¿cuáles serán estrellas? ¿cuáles serán planetas?  Los planetas, no tienen luz propia, pero brillan, porque reflejan la luz de su estrella, que es el Sol: la estrella más grande y cercana de nuestra galaxia. 


Dios en su infinita gracias y misericordia, nos ha comisionado  a reflejar la luz, en medio de las tinieblas.  Nos ha ecomendado a ser la luz del mundo.
"Ustedes son la luz del mundo, como una ciudad en lo alto de una colina que no puede esconderse. Nadie enciende una lámpara y luego la pone debajo de una canasta. En cambio, la coloca en un lugar alto donde ilumina a todos los que están en la casa. De la misma manera, dejen que sus buenas acciones brillen a la vista de todos, para que todos alaben a su Padre celestial." (Mateo 5:14-16)

Sin duda alguna, para todos aquellos que han conocido la luz, es tiempo de brillar y alumbrar a otros, con el Evangelio de Cristo.

Esto no se trata de religión, se trata de salvación y relación. ¿Con quién? Con Dios, nuestro Padre Celestial, la fuente de toda luz. 
iEs tiempo de salvación!

El apagón me ayudó a recordar, que aunque nací en la oscuridad, puedo vivir en la Luz. 

Escuche esta hermosa canción:


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