Hace unos días visité New York y aunque no era la primera vez, la madurez de los años, me hace analizar la experiencia desde una perspectiva distinta. New York es un lugar icónico, protagonista de historias reales, de sueños de libertad, de películas y series que ya son parte de nuestra historia; un lugar atractivo e interesante, con climas variados que sirven de inspiración para canciones, pinturas, esculturas, música y toda clase de expresión artística. Haber nacido y vivido en una pequeña isla y enfretarme a una ciudad como NY, es un contraste de la vida como el blanco y el negro. Montada en trenes conglomerados, miraba los rostros de las personas y pensaba en que era la primera y última vez en que los vería. Veía sus facciones, enmarcadas en su bagaje cultural y sin decir una palabra, cada persona cargaba un diálogo, una historia que contar. Viajando en los trenes es vivir en un silencio ruidos...
Hace 3 años que no escribía nada por aquí, pero cuando mis pensamientos no me caben en la cabeza, tengo que escribir. Quiero compartirles mis experiencias de vida con el jamón del sandwich, el hijo del medio, mi gran y único Dayron. Para los que no conocen la historia, Dayron es el hijo biológico de mi sobrina mayor, Nashaliz. Nacimiento de Dayron (1/nov/18) Cuando Dayron tenía 10 meses de vida, comenzó a vivir en mi casa y desde entonces, morí y volví a nacer. ¿Cómo así? Dayron ha deconstruído toda mi psicología (y tengo un doctorado en esa disciplina) y la ando recostruyendo día a día y él es mi maestro. Un pequeño "Baby Shower" que me hicieron en el trabajo, ante la llegada de Dayron a casa. Una de las primeras noches que Dayron pasó en casa. Dayron (10 meses) Desde muy pequeño (y hasta el Sol de hoy), Dayron ha mostrado grandes talentos y muchos desafíos. Ha mostrado ...