martes, 5 de mayo de 2015

Me perdí en el embuste: Un tema "cliché"

 ¡Nació la nena! Su cabezita aún está blandita, pero hay que ponerle un gran lazo que compita con el tamaño de su cara y si le sobrepasa, mejor aún.  Es el preciso momento para perforarle sus orejas... ¡Se ve tan mona! La adornamos con hermosos vestidos de estopilla (esa tela áspera  y tostada que irrita las piel de los bebés). Ni hablar de las chancletitas que le compró la tía en una feria de artesanía... ¡Ya está lista para enfrentar el mundo! Lo que no sabe esta pequeña es que esto es solo el comienzo de las demandas comésticas que la esperan impaciente a la vuelta de la esquina.
             No tardará mamá en ser seducida y teñirle el cabello a la niña, seguramente con la excusa de que tiene algunos intrusos corriendo por su cabeza.  De regalo de navidad, la nena pide uñas acrílicas.  De regalo de graduación de sexto grado, mami decide sacarle las cejas y así poco a poco, la niña abandona la naturalidad de su escencia y se inserta en un mundo falso... Un mundo en dónde es más valorada la proyección exterior, que la interior.  Al llegar a la adultez, quedará irreconocible, al menos para aquellos quienes han dejado de verla por un tiempo.  
                   Esta sin duda es la época de la falsedad, del embuste, de la imagen, de la exactitud...especialmente para la mujer. Señores, pero ¿se ha detenido usted a observar y sumar la cantidad de falsedades que puede llegar a cargar una sola mujer? Las extensiones están de moda; cada vez más bellas y naturales.  Se tatúan y maquillan las cejas, para que queden tal cual caricatura de periódico dominguero. O, sencillmente (y de forma vanguardista), se insertan extensiones de cejas... sí, eso existe y estoy espantada.  Ni hablar del injerto de pestaña, como si con las pestañas postizas (adheridas al párpado) no fuera suficiente. Se ponen lentes de contactos de algún color exhotico.  Se inyectan colágeno (o succionan sus labios con envases al vacío) para hacerlos más voluminosos a lo "Angelina Jolie". Se inflan los senos, se vacían la panza, se extraen la grasa, se ponen uñas postizas, fajas reductoras, relleno en los sostenes, torturantes zapatos de tacón y sin hablar del maquillaje.  Vemos una prolífera cantidad de tutoriales de maquillajes... luminosidad por aquí, perfilación por allá, brillo, polvos, delineadores, en fin, una imagen intachable.

         ¡Me siento fastidiada! Es un descuido de mi parte dejar crecerme las canas que me heredaron mis padres.  "Raíces en brote, te toca retoque", me dijeron en una ocasión.  Y algo interesante que he aprendido del gobernador (AGP), es que hay asuntos que simplemente "Me valen"... 

        Con toda itención y alebosía, me RESISTO, renuncio y me opongo a perderme o esconderme detrás de tanta falsedad y postizos.  No es que usarlo sea incorrecto, pero todo tiene un límite.  Yo he decidido maquillarme cuando quiero y cuando lo siento.  Lo último que espero en esta vida es acostumbrar al espectador a ver una imagen "exacta" o  "falsa" de mi y un buen día, cuando no me pueda maquillar, todos me miren con pena y asombro, diciendo: "¿Qué te pasa? ¿Estás enferma?"... Triste por demás que tu rostro e imagen natural, simbolice o represente una imagen destruída.

        ¿Quién soy yo? ¿Cuál es mi realidad? ¿Acaso soy  o me reduzco a ser una imagen construida a base de falsedad? ¿Acaso mi escencia se define por lo que otros ven en mi exterior? ¿Acaso la faja o el relleno me harán más grandes o mejor ser humano? ¿Cuándo entenderemos que la escencia y la grandeza del ser humano no radica en lo que nos ponemos sino en lo que somos?¿Cuán distinto somos de lo que Dios nos hizo? 

          Michael Jackson nos demostró que inclusive, podemos cambiar de raza: se alisaba el pelo, se perfiló la nariz y se quitó la pigmentación de la piel... El hombre que murió no era ni la sombra del niño que una vez nació.

        Yo prefiero llorar con el alma sin temor a que corran lágrimas negras por mi mejillas. Prefiero que mi panza se expanda libremente mientras río a carcajadas en una fiesta.  Prefiero y decido vivir en armonía con lo que hay en mi interior y no en querra y verguenza con mi exterior.

La Biblia dice: "Todo me es lícito, pero no todo conviene; todo me es lícito, pero no todo edifica." 1ra Corintios 10:23

                    Concluyo diciendo que haga, quite o ponga usted sobre su cuerpo como mejor le parezca, pero no olvide estar claro de conocer las intenciones y motivaciones  de su corazón y que bajo ninguna circunstancia pierda su escencia e identidad... Si Dios le hizo libre, no se haga esclavo.  Valoremos la escencia de lo que somos, y que nos ha sido entregado por Dios... ésta no puede ser comprada o adquirida en ninguna farmacia. 


"Así que ya no eres esclavo, sino hijo; y si hijo, también heredero de Dios por medio de Cristo." 

Gálatas 4:7

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