jueves, 25 de junio de 2015

¡Deja ese guame!

¡Deja ese guame*!

*guame: En Puerto Rico, la palabra "guame" significa algo que se ha logrado con facilidad.  Viene del vocablo taíno "wame", con el mismo significado.
"Bien le va al que presta con generosidad,
y maneja sus negocios con justicia." Salmos 112:5


Comenzaré aclarando que soy directora escolar en una academia cristiana (por si no lo sabían) y que amo mi trabajo.  Una vez le dije a Dios: "Señor, yo quiero honrarte con todo lo que haga en mi lugar de trabajo"... Ni Dios ni yo nos hemos olvidado de esas palabras y constantemente me ando revaluando para mantener mi promesa.  



Esta reflexión -muy personal- me hizo darme cuenta que en ocasiones la honestidad es un valor muy fácil de quebrantar.  Tanto así, que a veces ni siquiera nos damos cuenta de cuando pasamos la línea.  Es incluso hasta un asunto cultural y a continuación les explico el porqué... 

Una vez conocí a una gran amiga, cuya madre (al igual que ella) era maestra. Su madre le envió un arsenal de artículos escolares para comenzar su profesión de maestra.  Cuando mi amiga me mostró el botín (el cual contenía marcadores, lápices, carteles, manipulativos, libretas, etc.), le dije con admiración: "Oh, ¿cuánto habrá gastado tu mamá en todo eso?", a lo que mi amiga , con una enorme sonrisa, me respondió: "No lo compró, ella lo robó de su escuela para mi... pero no importa, en su escuela tienen muchísimos materiales y ni siquiera se darán cuenta de esto."
"Las riquezas mal habidas no sirven de nada..." Proverbios 10:2a


Todos pudieramos contar de algún amigo, familiar o conocido que alardea de productos y artículos que tomó de su trabajo para su uso personal.  Culturalmente aprendimos (al menos yo), que somos los Robin Hoods Empresariales... le robamos al rico (a nuestros jefes, agencias o lugares de trabajo), y le damos a los pobres (nosotros mismos) y eso crea en nosotros una gran sensación de proeza y orgullo propio. 




El asunto es que estamos tan acostumbrados que a veces, ni siquiera nos percatamos de lo que estamos haciendo... Utilizamos el vehículo de empresa para hacer asuntos personales, nos llevamos las grapadoras a nuestras casas (porque en la oficina hay demasiadas), nos llevamos los bolígrafos (y se los compartimos a otras personas), sacamos copias a los amigos y vecinos en las fotocopiadoras del trabajo, suplimos nuestros anaqueles con los artículos de limpieza del trabajo (porque son de primera calidad) y la más grave que considero...nos robamos el tiempo.



Esto que diré es un poco arriesgado (debido a que mi jefa lee este blog), pero aún así contaré mi historia, para no exponer a nadie... Sin duda alguna, el acceso al internet hace que la productividad de los empleados  mengüe.   Al menos la mía... Si darme cuenta, me veo contestando textos, viendo notificaciones de Facebook, Instagram, Snapchat, viendo vídeos que me envían... en fin, pierdo demasiado tiempo en las redes sociales y definitivamente, tengo que "paraaaaal" (parar).



Mi reflexión fue la siguiente; 

  1. Si yo estoy contratada, es porque mi función es necesaria, no solo mi cuerpo presente.  
  2. No me pagan por estar ocupando espacio en ese lugar, sino por llevar a cabo una función. 
  3. Obviamente, mi posición conlleva cierta confianza de que aún sin que nadie me esté mirando, tengo que hacer mi trabajo y hacerlo bien. 
  4. La cosa no es tan grave de que lo haga todo el tiempo ni todos los días, pero si me evalúo, tengo que reconocer que si recorto esos distractores, seré aún más efectiva en mi trabajo.



  A veces pensamos que con estar en cuerpo presente, ya cumplimos nuestro deber y somos merecedores de nuestro sueldo. Cuando una persona obtiene un empleo, lo primero que le preguntan sus amigos es: "¿Cuánto te van a pagar? ¿Cuántos días de vacaciones tienes? ¿Tienes Plan Médico? ¿Qué otros beneficios?"... Siempre enfocado a lo que el empleo nos puede dar, pero poco reflexionamos sobre lo que le daremos a la empresa.  


Ser parte de una compañía es pertenecer a ella, ser un ciudadano organizacional, comprometerse con la visión y la misión y dar la milla extra.  La ley de la siembra y la cosecha, permitirá, que todo el esfuerzo y compromiso dedicado a nuestra institución, nos sea retribuído, pero no podemos tener un empleo, solo pensando en los "panes y los peces"...Pero en ocasiones, cuando una persona ve tu compromiso y dedicación, te cuestiona o ridiculiza por estar trabajando "pa'l ingléh". Esta es una cultura que tenemos que erradicar por completo. Este pensamiento nos esclaviza, nos reduce como seres humanos, nos limita como profesionales y nos deteriora como cristianos.  


Muchas veces, incluyendo gente con mis mismas convicciones espirituales, me han preguntado: "¿Por qué tu no haces tu propia oficina?, Ahora que tienes un doctorado, ¿no te pensarás quedarte ahí, verdad?, ¿Por qué no te vas a trabajar al gobierno? ¡¡Hay muchos beneficios!!". También me han hecho comentarios (muy bien intencionados), como: "Me imgaino que tu estas ahí en lo que arranca y luego te buscarás algo mejor"... a todo esto les digo que yo estoy sembrada en la obra de Dios, trabajando para el ministerio a tiempo completo, honrada y bendecida por la oportunidad que tengo  y ya yo estoy en "un lugar mejor".


No digo con esto que no quiera lograr otras cosas en la vida ni que lo haya  alcanzado todo, pero todo lo que venga, será por añadidura. Son muchos los  que cada mañana se levantan a trabajar sin el mínimo deseo de llegar a su trabajo...expuestos a ambientes pesados, problemas de relaciones interpersonales, situaciones injustas de trabajo o simplemente haciendo algo que no les gusta, solo por llevar el sustento a su casa. ¿Se han puesto a pensar cuánto tiempo de su vida pierden en un lugar o en una función que no disfrutan? Yo estoy segura, que ninguna persona desea ni merece eso.  Pero muchas veces, este es el resultado de nuestras mismas decisiones, pero eso es otro tema.

Mi consejo:

  • Valore su trabajo.
  • Sea íntegro (haga lo correcto y hágalo con excelencia, porque aunque nadie te vea, Dios siempre está presente).
  • Actúe con honestidad: Siempre estaremos expuestos a quebrantar la honestidad, para obtener algún beneficio.
  • No robe:
    • tiempo
    • dinero
    • información intelectual
    • archivos, documentos, expedientes
    • Materiales (lápices, papeles, tintas, grapadoras, etc.)
    • El internet
    • la capacidad que tiene su compañía de crecer (haciendo lo que no tengo que hacer).
 Y concluyo diciendo:

"Siervos, obedeced en todo a vuestros amos terrenales, no sirviendo al ojo, como los que quieren agradar a los hombres, sino con corazón sincero, temiendo a Dios.  Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres; sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa de la herencia, porque a Cristo el Señor servís. Mas el que hace injusticia, recibirá la injusticia que hiciere, porque no hay acepción de personas."
Colosenses 3:22-25

PD: Espero que mi jefa y pastora, no tome en cuenta mi confesión laboral, al momento de evaluar mi ejecución :D

Nota:  Gracias por leerme... Mi próximo sueño en publicar un libro. ¡Cuento con su acostumbrado apoyo! Lean, comenten y compartan. Me gusta mucho leer sus "feedback".¡Dios me los bendiga!




7 comentarios:

  1. Ay amiga muy cierto lo que dices...

    ResponderEliminar
  2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  3. Wow!!!! Me encanto!!!! Nada mas cierto que esto!!! Gracias por plasmarlo!!! 🎉🎉🎉🇵🇷🎉🎉🎉

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ok, de supone que los signos de interrogación sean unas bombitas, la bandera :-/ jejeje

      Eliminar