domingo, 23 de septiembre de 2018

Soccer Mom

Soccer Mom


Como algunos de ustedes sabrán, cuando me casé, me convertí en madre de un chico encantador y muy talentoso.  Una de sus pasiones es el fútbol o "Soccer".  
Angelo en diferentes etapas de su niñez

Este no es un deporte con el cual crecí.  Al tener tres hermanos varones, viví entre parques de pelota y algo de baloncesto en la adolescencia. 
Carlitos, uno de mis hermanos con su uniforme de pelota

Del Soccer, pues solo recuerdo al Chavo pateando un balón en la Vecindad. 


Y no puedo pasar por alto una serie colombiana que amaba siendo una adolescente, llamada "De pies a cabeza", en donde los protagonistas eran jugadores de fútbol, aunque realmente lo que me cautivaba era el amor entre Pablo y Violeta. 
Este es el electo de "De pies a Cabeza"

Estos eran mis favoritos, Pablo y Violeta

Ya siendo adulta y luego de los mundiales de fútbol, he visto de lejos como ha tomado auge este deporte, pero desconocía por completo la sub-cultura que se ha levantado paralela al mismo. Pero como les contaba al principio, nuestro chico ama el fútbol y el semestre pasado, comenzó en una nueva liga de soccer.  
   

Para él ha sido una extraordinaria experiencia y para mi, la integración a una nueva cultura... La cultura de los "Soccer Parents". Les compartiré algunas de los hallazgos muy particulares que he encontrado.  Debo aclarar que cada una de las características de esta sub-cultura estan filtradas desde mis subjetiva opinión del asunto.

Conozca la Sub-Cultura de los "Soccer Parents" (padres del fútbol):
  • Curiosamente, observo mucha asistencia de ambos padres durante los partidos (ya que lamentablemente, cada vez es mas común ver padres solteros).
  • Las madres llaman a sus hijos por sus dos nombres.  Los nombres son largos y clásicos, como telenovelas mexicanas: "Leonardo Fabián", Alejandro Alfonso", "Sebastián Lorenzo", entre otros.
  • Durante las prácticas (que son TRES veces en semana), los padres se 'pavonean'  hablando de las clases extracurriculares que toman sus hijos, de los colegios pomposos donde estudian, del campamento especializado en fútbol en España donde enviaron a su niño en verano y de la mejor nieve para esquiar en navidad, entre otras nimiedades.  
  • Los entrenadores de los equipos deben ser argentinos, mexicanos o españoles.  Esto, al parecer, le da más "ranking" al equipo.
  • Por alguna razón, los parques de fútbol son solo extensiones de tierra con grama. Nada de sombra y algunos, tampoco ofrecen donde sentarse.  He aprendido que ir a un partido es como ir a una expedición de los "Boys scouts".  Debes llevar sombrillas, bloqueador solar, sillas de playa, abastecimientos de agua y otras bebidas hidratantes.  Al menos, tengo el consuelo de que son partidos corta duración (si lo comparo con mi experiencia en los juegos de pelota).
  • Este punto anterior, aplica si eres como yo, que no me gusta complicarme.  Para aquellos padres 'fiebrús', llevan casetas de campaña, neveras de playa, toallas y sillas de playas super ergonómicas.  He visto unos modelitos que he estado a punto de pedirles que me dejen usarla un ratito.  Son sillas aerodinámicas, con techitos integrados, 'coolers' en la parte posterior y un aditamento para descansar los pies.  Tendrían que estar allí para entenderme.  Es como estar en la playa el 4 de julio; sin cervezas ni oceáno.
  • Debes llegar temprano al partido para buscar el mejor "spot'.  Generalmente, los padres nos vamos apiñando bajo la generosa sombra que pueda darnos algún árbol mál sembrado.  
  • Muchos de los jugadores tienen el pelo largo. Tal vez sea parte del "look", agitar la cabeza para remover la melena sudada que se cuela entre sus ojos. 
  • En medio del partido, hacen un medio tiempo para que los niños se hidraten y descansen un poco.  Es muy divertido ver como los padres reciben a los chicos, tal como si llegaran a su esquina en medio de un ring de boxeo.  Los sientan en medio de las flamantes sillas, papá seca el sudor con la toalla, mientras mamá le 'enchufa' una botella de 'Gatorade', como si fuera un bibí.  El niño los espanta como moscas, pues lo que quiere es estar tranquilo, luego de estar corriendo bajo el sol en un campo abierto por los pasados 25 minutos.
  • Como les indiqué que no hay mucha sombra disponible, pues es posible que se sienten bastante cerca los padres de ambos equipos.  Esto de alguna manera me obliga a celebrar los 'goles' de ambos partidos.  No quiero estar en malas con gente que está respirando tan cerca de mi.
  • Ir al baño es toda una odisea.  Así que recomiendo no consumir nada (ni líquido ni solido), al menos una hora antes del partido. 
  • Para terminar mi lista de curiosidades, es que estando sentada entre los padres, conoces todos los artículos que tu hijo necesita para mejorar la ejecución en el soccer. Te enteras que un balón y unas zapatillas no es suficiente.  Debes tener buenas espinilleras, bandas de resistencia en otros artículos.  También conocerán de todos los lugares donde puedes comprarlos (online & in store).
Pareciera que para mi es una experiencia trágica, pero no es así.  Yo "...he aprendido a contentarme, cualquiera sea mi situación" (Fil.4:11b) y sobre todo, valoro lo que es importante para mi niño.  No hay nada como su carita de emoción cuando le digo que voy al partido y cuando se entera que algún familiar va a verlo también.  Valoro el tiempo en familia y las etapas que solo se viven una vez.  No hay recompensa más grande ver como en medio del partido, nos busca con la mirada para que le celebremos una buena jugada.  

Mi esposo y yo, somos unos orgullos "soccer parents". Tal vez, no somos tan "fancy" como la mayoría que allí hemos visto, pero estamos convencidos de apoyar a nuestros chico en todo lo que emprenda.  Sin duda, es un deporte muy sacrificado, pero mientras esté a nuestro alcance, apoyaremos todos los proyectos que emprenda, permitiéndole desarrollar todos los dones y habilidades que Dios le ha dado.  Queremos que él sepa que cuenta con nosotros. Siempre estaremos ahí para celebrarle un buen pase de balón y también le llevaremos a comer pizza, en el día que no le vaya tan bien.  

A veces quisiera congelar momentos para que duren mucho, pero ya saben que es imposible.  No me queda de otra que valorar cada instante junto él, mientras le agradezco al Señor la hermosa bendición de darme una familia tan extraordinaria. 



3 comentarios:

  1. OMG! Solo puedo decir que cada línea que leí me la disfrute al máximo (Dios, como reí... entre nombres, sillas aerodinámicas y melenas.) Pero definitivamente no hay mejor recompensa que ver la carita de felicidad de tu hijo y sus logros. Dios los bendiga y esperando con ansias locas la próxima. ;)

    ResponderEliminar